Algunas características del lugar donde se implanta una casa son tan fuertes como determinantes. Si el proyecto se realiza con sabiduría, los buenos condicionantes se incorporarán de tal manera que la obra saldrá enriquecida, como en este caso. La vivienda contemporánea, con una fachada con mucho movimiento de volúmenes que se expresan con revoque texturado y piedra —destacándose el correspondiente al acceso principal, en doble altura— asigna gran importancia al paisaje que ofrece el lago central del barrio, y hacia él abre sus ambientes principales y su jardín posterior, dedicado al tiempo libre y al disfrute social. La larga galería equipada con parrilla, bar, comedor y estar, se brinda al verde y al paisaje de agua, que se hace dorado al caer el sol.
El mismo aprovechamiento de la riqueza del entorno se hizo en el programa interior, con ambientes integrados y muy abiertos al jardín mediante grandes paños fijos vidriados, aventanamientos en doble altura, y terraza a la que expanden las suites en la planta alta.
El sauna y el baño turco contiguo son dos enormes diferenciales de esta casa, instalados para ofrecer alto rango de confort a sus habitantes.
La materialidad es también muy actual, pensada desde la practicidad y la calidad. Pisos de porcellanato, paredes terminadas con yesería, cocina y baños amplios y luminosos, aberturas de alta prestación con doble vidriado hermético, calefacción por losa radiante y splits. En la galería, una cubierta de madera a la vista le da un toque playero que armoniza con el lago cercano.