El arquitecto Alejandro Apa, director de ApaArquitectura, asegura que la fuerte relación de la casa con el agua fue posible gracias el tipo de terreno elegido para implantarla, circunstancia muy bien aprovechada por el estudio que realizó un proyecto cuyos tres niveles se abren francamente al afuera: "El terreno se ubica en la convergencia de dos canales, limitando con el agua en el contrafrente y en uno de sus laterales. El diseño arquitectónico proyectó planos horizontales rotados en la planta baja, segundo y tercer nivel, donde ningún ángulo se repite, y la constante es que, justamente, no hay una constante, sino sensaciones diferentes según el ambiente y la altura donde nos encontremos.

Las vivencias de esta casa son de verdad atípicas, tanto por el confort como por el diseño, que se ajusta a las necesidades y gustos de los propietarios. El gimnasio y el microcine, ubicados en el último nivel junto al salón de eventos -a los que se accede tanto desde adentro de la casa como desde el exterior, por escalera- son parte de ese confort que yo llamo el lujo actual", termina el arquitecto Alejandro Apa.

Todo el proyecto juega con la espacialidad, tanto respecto de las capturas del afuera que se hacen desde el interior, como en el propio interior, donde el uso de los medios niveles aporta interés al recorrido. Este juego queda claro en el acceso, desde donde se desciende medio nivel para llegar al living.
Además de los espejos de agua de los canales que surcan el terreno, la piscina con pasos perdidos para caminar sobre el agua, y los estanques que rodean la casa, abrazándola, construyen la identidad marina de una casa que apuesta a la perfección.