"La orientación fue muy estudiada, tanto para aprovechar las vistas al lago, como para evitar que el sol de la tarde entre de lleno por el contrafrente, totalmente vidriado", afirma el arquitecto Juan Pablo Sbarbati.
El diseño desarrolla dos losas livianas con voladizos generosos para atemperar la incidencia solar y las lluvias, y dos tapas laterales que se van descomponiendo según las necesidades. Un volumen lateral en voladizo permite que el baño de la suite capture las vistas del lago sin perder privacidad.
Un gran espacio social totalmente abierto, propone ambientes que se van conectando fluidamente sin perder su función específica, flanqueados por el muro de piedra que atraviesa la casa separando este sector del de servicio.
En la planta alta se ubican tres amplias suites y un playroom en la doble altura, que balconea al frente y al contrafrente.
La piscina copia el trazado del lago, con el que forma un solo espejo de agua, gracias al borde infinito. Con hidromasaje y solarium seco y húmedo, forma parte de la continuidad visual desde el exterior hacia la vivienda, y desde el interior hacia el lago.
La materialización utiliza madera de lapacho en la escalera, el frente del hogar y la barra del quincho; Silestone en las mesadas; cajas de parrilla y hogar en la misma piedra que el muro, y carpinterías con vidrio laminado con filtro solar. Para la climatización se instaló losa radiante y aire acondicionado central con dos equipos independientes, logrando uniformidad en la temperatura interior.