La clara tendencia al regreso de superficies cubiertas más acotadas se acompaña, en muchos casos, con proyectos desarrollados en una planta inteligentemente aprovechada. Racionalmente cubierto el programa de necesidades de la familia propietaria, la funcionalidad presenta recorridos simples que aprovechan cien por ciento los metros construidos. El diseño, informal y práctico, utiliza la luz como elemento de su arquitectura, valorizando la cenital, que genera una espacialidad interior que va mucho más allá de la superficie de la casa.
La nave central, que contiene el living comedor y remata con la amplia cocina, recibe de las rajas vidriadas cenitales un aporte de luz y espacio que apela a los sentidos, pareciendo ampliar la superficie del ambiente.
La funcionalidad divide la planta en dos sectores, reservando el más chico, a la derecha, para los ambientes privados. Allí encontramos la amplia suite con vestidor y baño, avanzando hacia el jardín con sus paredes vidriadas, y dos dormitorios con un amplio baño compartimentado.
El centro de la planta traza un eje perfecto que une el jardín de ingreso con el jardín posterior, atravesando el salón social y la galería. El toilette y el escritorio a un lado, y la cocina con su acceso desde el comedor o desde el garaje, por el otro, flanquean los ambientes sociales.
Detrás, amplia y muy activa, la galería, con parrilla, sectores de comedor y de estar, es un ambiente semicubierto de uso todo el año.
La materialidad es el balance justo entre estética y practicidad. Pisos de porcellanato, revestimientos de piedra adentro y afuera, combinados en algunos ambientes con colores de alto impacto visual. La firma de Fredi Llosa se lee claramente en estos detalles, que logran casas con mucha personalidad y alto confort.