Los “muchos factores” que convergieron en tiempo y forma para que la Casa Dos Patios sea una bella obra de arquitectura, parten del terreno con un frente construible de generosas dimensiones y continúan con la elección del estudio de arquitectura que la proyectó y con la empresa constructora a cargo de la ejecución.
“La volumetría está regida por operaciones geométricas que resultan en una sucesión de volúmenes claros organizados por la superposición de planos horizontales que generan dos macizos paralelos y ocupan todo el ancho construible del terreno: uno al frente y otro al contrafrente –explican los titulares de OON Architecture–.
La horizontalidad de la casa se ve potenciada por la desmaterialización de los muros, predominan las losas horizontales, y los cerramientos verticales se resuelven con grandes paños de vidrio o con materiales livianos como la madera.
El espacio resultante entre ambos volúmenes es un vacío atravesado por un nexo que genera dos patios. Este nexo articula el área social y de apoyo, y, a la vez, funciona como núcleo vertical para conectar con los dormitorios en la planta alta. Estos dos patios interiores están también en contacto con los espacios exteriores laterales, brindando calidad espacial y continuidad interior-exterior al área social.
El volumen del frente parece desafiar la gravedad flotando sobre la cochera y, a la vez, se apoya sobre una envolvente zigzagueante de piedra que abraza y ordena el programa social de la vivienda que comienza por el escritorio con su patio y, en el contrafrente, por la galería y el playroom. Luego pasa en su recorrido por un gran espacio integrado de estar, comedor, family y cocina. La envolvente a la vez que permite una clara transición interior-exterior, dota de privacidad a las áreas íntimas de la casa y actúa como espalda de los patios internos.
Con el fin de optimizar las vistas hacia el parque, el segundo volumen es más bajo, por lo que permite las mejores orientaciones y genera una gran terraza a los dormitorios de planta alta, a la que se accede cruzando los patios por un puente de vidrio circunscripto en un tubo que brinda un punto de vista orientado deliberadamente hacia el parque.
Dos plantas componen el programa de esta vivienda: una planta baja social y una planta alta íntima. La baja cuenta con una franja frontal que contiene tres cocheras y un atelier, y otra franja trasera, que propone un gran espacio integrado para la cocina comedor y el estar, rematando en una galería con playroom y sector de asador.
La planta alta contiene dos dormitorios en suite y una suite principal, con un gran vestidor y baño.
La piscina aparece como una tercera franja paralela, que coloniza las zonas exteriores de mayor cercanía a la casa. Con una serie de desniveles y un puente sobre el espejo de agua, delimita y articula los diferentes espacios de uso al aire libre.