La casa proyectada por el estudio VTA. Vaccarezza, Tenesini & Angelone Arquitectos se construyó en una urbanización privada con lotes amplios y paisajes trabajados. Aunque el estilo arquitectónico elegido para el proyecto esté próximo a cumplir su primer siglo de historia, la vivienda responde a requerimientos de la vida actual: una fuerte relación con el exterior; integración de los ambientes familiares cotidianos; independencia de los locales para huéspedes; grandes áreas destinadas a la vida social informal y baños diseñados como espacios equipados para el cuidado del cuerpo y el rélax, un gran panel solar para proveer agua caliente a la vivienda.
El completísimo quincho se ubicó apartado de la casa, con la piscina como transición entre ambos, de manera que los dos edificios disfrutan las visuales hacia el agua.
Para la materialización se eligieron mármoles Ámbar y del Bosque; acero inoxidable en barandas y terminaciones –en la puerta principal se combina con vidrio–; puertas con detalles de vitraux; aberturas blancas de polímero; barandas de forja de increíble perfección, y profusión de molduras que enmarcan aberturas, establecen alturas, acompañan movimientos y son autoras de esa armonía simétrica que distingue al estilo.
Los detalles de estilo se utilizaron con flexibilidad para cumplir con las premisas dadas por sus propietarios. Por ejemplo, en la sala de meditación, la iluminación cenital requerida se obtuvo a través de un gran vitraux circular de exclusivo diseño.