El arquitecto Fernando Martínez Nespral decidió que un estilo clásico aggiornado, con sus aberturas de tamaño acotado y cielorrasos altos, dejaría grandes planos libres para convertirlos en una galería de arte privada. Así como también, permitiría ambientes amplios, contenedores, donde se lucieran mil piezas de colores y formas diferentes, personalizando cada local.
El requerimiento también fue cumplido exteriormente con una larga galería en el mismo estilo de la casa que se expande con un sector materializado con troncos y cañizos.
Esa galería, sectorizada en estar, parrilla y comedor, es uno de los lugares más utilizados de la vivienda. El volumen compacto de la casa se reviste con cementicio color, cubierta de tejas cerámicas, carpinterías  de aluminio de alta prestación y presencia de piedras lajas, que también encontramos en el interior.
La intensa relación con el exterior se da principalmente en el contrafrente, mediante los grandes aventanamientos de la planta baja. Se instaló calefacción por radiadores y splits para el verano.