29 de mayo de 2014
Desde Manhattan

Nuevo intercambiador del World Trade Center


Si, es cierto que todo tiempo pasado fue mejor, la excepción está en la nueva estación intercambiadora de transportes del World Trade Center que estrenamos en febrero.

Por Arquitecta Luciana Machado*

Flamante, la estación proyectada por el arquitecto español Santiago Calatrava se suma a la ciudad donde ocupará, por peso propio, un lugar en el listado de los imperdibles a visitar en Nueva York.
Aunque el motivo de la nueva obra fue la tremenda tragedia provocada por el atentado sufrido el 11 de septiembre de 2001 que nadie aquí olvida, la estación recién estrenada partió de un proyecto superador respecto de la anterior destruida, ya que se buscó no sólo dotarla de las últimas tecnologías para servicio de los miles de pasajeros que la transitamos a diario, sino también ofrecer a la ciudad una obra que anuncia la determinación de reconstruir como acción opuesta a destruir.

Inaugurada en febrero pasado, la Plataforma A es sólo una parte de la gran obra del nuevo WTC. Es el gran andén al que llegan y desde el que parten los aproximadamente 250 mil pasajeros de los trenes que realizan a diario el recorrido entre Nueva York y Hoboken, en Nueva Jersey, cruzando el río Hudson.
Quienes siguen esta columna en Casa Country recordarán que hace dos años hablábamos de las complicaciones derivadas del mega proyecto del arquitecto Calatrava para esta estación, que incluía un techo móvil, cuyas largas y curvas costillas de acero se abrirían con función remota en un movimiento que el propio arquitecto definió como "Una paloma a punto de emprender vuelo". El problema que enfrentó la paloma fue el presupuesto de la autoridad portuaria, gestionadora de la obra, que lo ajustó y amenazó con no realizarlo. Finalmente los números bajaron y la obra se concretó: el intercambiador, el primero que se inaugura del total del proyecto, costó 50 millones de dólares del total de 4.000 que insumirá, que se irá inaugurando en etapas y debería completarse a fines del próximo año.

El proyecto
El diseño es contemporáneo, con un touch futurista aportado por la cubierta metálica, el proyecto lumínico y el circuito de megafonía instalado.
La plataforma A conserva parte de una de las paredes de la estación original destruida en el atentado, como un memorial de aquél día, que se destaca con dramatismo entre brillantes pisos de mármol, escaleras mecánicas y ascensores de cristal laminado, además de un mosaico multicolor diseñado en Italia.
Una vez terminado el World Trade Center Hub, que incluirá sector comercial y gastronómico, será la tercera terminal de transporte más grande de la Gran Manzana, detrás de las enormes Grand Central y Penn Station.

*Arquitecta Luciana Machado, corresponsal en Nueva York
luciana.machado.ra@gmail.com